En Andanza nos hemos propuesto ir conociendo de primera
mano los servicios que el colegio nos ofrece como complemento a la oferta
educativa, como son el comedor y las actividades extraescolares; de manera que,
podamos con nuestras aportaciones, colaborar con las familias y acercarles
información añadida y objetiva sobre las mismas.
Hemos empezado por el servicio de comedor del centro de
San Lázaro. Un servicio que está a cargo
de Catering Barrigola, que es la empresa encargada de dar de comer a nuestros
hijos de guardería y de la etapa de infantil.
Su alma mater es el empresario Carlos Noya, un santiagués nacido
profesionalmente en la hostelería. En
1999 tomó las riendas del negocio familiar y desde el principio adaptó el
legado de Casa Ourense a los nuevos tiempos, creando Catering Barrigola que
desde el año 2000 ha ido introduciéndose
en colegios públicos y concertados de Santiago y de los Ayuntamientos
vecinos.
El proyecto pronto se consolidó y en 2004 abrieron unas
nuevas cocinas más grandes y modernas en la Avd. De Ferrol, 54 donde
aprovechando las instalaciones montaron un restaurante del mismo nombre y por
donde podéis pasaros a probar lo que cocinan las mismas manos que preparan el
menú escolar que comen nuestros más pequeños.
Los miembros de Andanza que nos hemos entrevistado con
el propietario de Barrigola y visitado sus instalaciones, nos hemos informado
del proceso de elaboración de los menús, que tienen como base una alimentación
variada y equilibrada y sobre todo, adaptada a las edades de los niños. Los menús se preparan con meses de
antelación. Teniendo en cuenta aspectos fundamentales como el mes del año, los
productos de temporada y lo más importante, las edades de los pequeños. La
propuesta del equipo de dirección y cocineros de Barrigola la trasladan a los
nutricionistas que supervisan y corrigen si fuese necesario. Una vez cerrado el
menú se inicia la relación con los proveedores locales de quienes tratan de
seleccionar –según nos dicen- unos productos de temporada de calidad.
Tras esta visita a las cocinas de Barrigola hemos sacado las siguientes conclusiones que
queremos compartir con todos los miembros de Andanza.
* Comprobamos
que se trabaja en condiciones de salubridad adecuadas, y posee todas las
garantías concedidas por los organismos públicos competentes.
* Valoramos positivamente
que las cocinas de Barrigola estén próximas al centro (en la misma ciudad,
Santiago) porque así la preparación y el reparto se produce en tiempos
cortísimos, tanto que podríamos decir que los menús llegan a nuestro comedor
recién hechos.
* Otro punto que
nos ha quedado claro es la fluida relación que existe entre el centro y
Barrigola. En esto también, la comunicación es la base de una relación
satisfactoria, pues se hacen con prontitud los cambios necesarios, es más fácil
la verificación, el control y asunción de sugerencias y el seguimiento de
novedades en los platos.
De nuestro encuentro con Barrigola nos ha quedado claro
la importancia que este empresario señala como fundamental: la labor de los
monitores del comedor, figura indispensable y profesionalizada que además de
alimentar a nuestros pequeños consiguen darle al momento del comedor un
carácter educativo. Pues comer en el
colegio tiene un valor educativo inestimable por la variedad de aprendizaje que
les proporciona. Gracias a esto los niños se Inician en sabores variados y en
la ingesta de todo tipo de alimentos; se les inculca el respeto a los
utensilios de uso comunitario, ponen en práctica normas y hábitos higiénicos y
aprenden el correcto comportamiento en la mesa.
Esperamos que os haya servido para conocer un poquito
más otro aspecto del desarrollo de vuestros hijos. Y a los que no le deis uso,
ahora podréis decidir con más conocimiento.
En próximas entregas nos acercaremos a las extra
escolares y al comedor de primaria. Seguimos trabajando. ¡Os esperamos!
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